Breves II

La violencia es circular, es sistema. Cuando uno ingresa en el sistema de la violencia no deja de dar vueltas una y otra vez en él. Como sistema, genera una lógica interna de posiciones que uno puede ocupar. Sale de una y entra a la siguiente, así una y otra vez, infinitamente, porque lo circular no es solo circular, sino infinito. La posibilidad de ocupar un lugar en ese sistema se reproduce sin tope. Entramos al sistema de la violencia y, desde entonces, somos sistema con ella.